martes, 14 de agosto de 2012

BTT: Bellver - Malniu - Ger

¡Buenas a tod@s!,

Segunda crónica de nuestra segunda aventura por la Cerdanya.

Esta vez Enric y un servidor repetíamos aventura y no se apuntaba nadie más. Otra vez a cargar los bártulos, a despertarse temprano y a hacer los 130km que nos separaban de nuestro campo base, el camping de Bellver. Una vez llegados al camping descargamos, montamos y salimos una media hora antes que la semana anterior.

El día volvía a pintar igual, soleado y perfecto, eso sí, en eltiempo.es apuntaban que podía haber cuatro gotas sobre las 14h, pero no se veía ninguna nube.

Salimos del camping en dirección Bellver y después de recorrer algo más de un kilómetro por la peligrosa carretera nos desviamos hacia Cortás y Éller. De hecho, a Meranges se puede subir por una pista asfaltada muy buena, pero la gracia era ir por otro lado.

Desvío hacia los dos pueblos que teníamos que pasar antes de Meranges

Yo recordaba mis subidas a Meranges de pequeño por Cortás y Éller pero vi que ahora la pista ya no era pista sino que era asfalto.

Así que fuimos subiendo los primeros metros de ascensión por un asfalto en perfecto estado hasta llegar a la “deixalleria”.

Un servidor con el Cadí detrás


Esta parte resultó ser durilla nada más empezar y con las piernas aun frías. Cortas no tardó en aparecer pero el asfalto seguía presente.

Enric señalando la lejana montaña que teníamos que subir

Seguimos subiendo por esta agradecida carretera y llegamos a Eller, en el cual han hecho una pequeña variante para evitar entrar por el pueblo.

Un servidor por la pista asfaltada


Justo después de Eller el asfalto terminaba y la pista que yo recordaba aparecía. Polvo y piedras pero ya se olía algo más de BTT.


Si perecíamos, teníamos asignado uno por cabeza

Cortàs a la vista

Pasado Éller ya había pista forestal

 
Vista panorámica con nombres para situar las zonas

Un par de repechos fuertes dieron paso a una zona más llana para dar a una bajada hasta los pies de Meranges. Cruzamos el puente y le dije a Enric que ahora venía una mini tachuela.

Cruzando el pequeño río de Meranges antes de la subida al pueblo


La subida a Meranges es corta pero es un rampón importante. Recuerdo cuando éramos pequeños cómo se nos atragantaba esa subida, siempre teníamos que guardar fuerzas para encarar ese trozo final.

Esta vez la ruta era más soleada, menos árboles con los que encontrar sombra y un paisaje más árido en esta primera parte.

Sudábamos bastante más. En Meranges paramos a repostar y comimos algo. Yo comí medio bocata que me había traído y algo de fruta.

Mi Cannondale

Enric en un descanso en Meranges
Cartel del museu con nido de abejas dentro de l'esclop incorporado


Subida a la burra y llegada a Girul donde había un pequeño mapa en el que medimos metros de altitud, para llegar al refugi de Malniu aun quedaba un buen trozo. Según el mapa Meranges esta a 1525 metros y el refugi de Malniu a unos 2100 con lo que la ascensión era aun durilla.

Un servidor consultando el mapa en Girul



Ya habíamos subido más de 500 hasta Meranges. El camino no tenía pérdida y es que se ve perfectamente todo el camino durante toda la ruta. Aun así siempre va bien llevarse el GPS para ver cuántos km llevamos y las horas que llevamos a las espaldas.

Enric enfilando hacia Malniu


Después de unos repechos importantes después de Girul llegamos a una curva en els Planells con desvío incluido. Cogimos la carretera dels Estanys que nos fue subiendo con dureza metro a metro.

Aquí vemos la carretera que íbamos subiendo

Alli abajo, que ni se ve, nuestro punto de salida.


El asfalto seguía presente y yo estaba un poco decepcionado, pensaba que habría más pista de tierra… Aunque después de completar toda la ruta creo que el asfalto, subiendo, nos ayudó mucho a paliar un poco de esfuerzo en subida, total, la parte importante de la ruta es de tierra ☺ La pista parecía no acabar nunca y nosotros empezábamos a notar ya demasiado calor, esta ruta se hacía mucho más dura subiendo que la del Moixeró.

Veíamos el cruce hacia el refugi ya cerca pero no llegaba. Paramos a refrescarnos en una pequeña fuente y observamos el paisaje que había subiendo, un auténtico espectáculo, merece la pena sufrir para ver todo esto.

Enric poco a poco buscando el cruce que nos llevaría al refu

Vista subiendo
Entonces fue cuando el asfalto se terminó y quedó una bonita pista forestal que nos llevó, algo más llanamente, hasta el cruce que teníamos que tomar para el refugi.

Pequeño parón para refrescarnos

Las vistas subiendo son brutales


Por cierto, en esta ruta nos cruzamos a varios coches que subían a Malniu, todos, menos uno, nos respetaron al 100% frenando y reduciendo velocidad, el otro nos llenó de polvo y nos pasó mal, obviamente se lo recriminamos al llegar al refugi.

Desde el cruce hasta el refugi había unos dos kilómetros pero con la panzada de ascensión que llevábamos en las piernas se nos hizo eterno. Enric se puso en cabeza y yo le seguía la rueda hasta que me entró una avispa en el casco, paré, me la quité y seguimos…

Pista hasta el refugi de Malniu


No logré alcanzar a Enric y me situé a un ritmo prudente y es que aun no habíamos hecho el techo de la ruta, aun quedaba subir más después del refugio. Al llegar a Malniu me di cuenta de que este es el refugio que sale en el anuncio de Kilian Jornet, y es que su padre es el guarda del refugio.

Panorámica de Malniu

Con el esfuerzo, el calor, y las ganas de refrescarnos, estuvimos un buen rato ahí pero luego bajando me di cuenta de que no habíamos visto el Estany sec que hay al lado del refugi. Tela…

Un servidor y Enric

Un servidor

Que no se diga que no subimos

Sendero hacia el Estany de Malniu

Después de descansar un poco, de comer y de fotos varias tomamos la bajada hasta el cruce. Pista forestal muy rápida y con vistas espectaculares. Llegamos al cruce y ahí empezó mi pequeño calvario, no por falta de fuerzas, que aunque iban justas las supe controlar, sino porque se me hicieron eternos los últimos kilómetros antes de llegar al punto más alto.

Enric en la última parte de la subida para buscar los 2200m


Una pista forestal muy bonita y muy pelada de árboles que me hizo poner el modo paciencia e ir subiendo a lo diésel. Después de sufrir un poco llegamos al punto máximo, unos 2200 metros de altitud justo donde hay el desvío para ir andando por el bosc de Tarterés hasta el estany de Malniu.

Un servidor sufriendo en la última subida


Enric y yo nos dimos la mano en señal de triunfo y acto seguido empezamos a notar que empezaba la bajada.

Los primeros cuatro kilómetros fueron impresionantes, una pista de tierra muy dura y con piedras grandes bien enganchadas a la pista hicieron que nuestros cuerpos retemblaran de mala manera.

Los parones, habituales. Muchas fotos que hacer.


Enric con su doble y yo con mi rígida con baja presión en los neumáticos, hacíamos lo que podíamos hasta que decidimos parar cuando llevábamos cuatro kilómetros porque nos vibraba todo el cuerpo cosa mala, de hecho jamás me habían dolido las manos bajando hasta ese día.

Un poco más abajo había un desvío justo en un pequeño refugio y saludamos a unos cuantos caballos y unas cuantas vacas.

Ahora ya se veía perfectamente el camino que tomaríamos de bajada… y lo cierto es que parecía brutal. La bajada empezó y no defraudó, una pista forestal estrechita llena de gravilla y de piedras en la que soltar el freno te hacía coger una velocidad endiablada.

Enric en el brutal descenso.


Si levantaba la vista tenía una perspectiva impresionante de toda la Cerdanya y si me concentraba bajando tenía una pista impresionante a mis pies. Motivándome empecé a bajar más rápido y hasta buscando algún que otro salto hasta que llegando a una curva noté que algo iba mal.

Mirada rápida a la rueda trasera y reventón. Todos sabemos lo desagradable que es pinchar, pero pinchar y que encima las bombas sean una mierda, ya es lo más… Mi bomba se quedo enganchada y no funcionaba y la de Enric hinchaba mal y poco.

Hinchamos cuanto pudimos y retomamos el camino pero vi que la rueda trasera seguía blanda. Otra vez parada y esta vez a la sombra estuvimos otro rato hinchando. Al final conseguí una presión buena y empezamos ya la segunda parte de la bajada, justo pasar un depósito de agua. Esta fue brutal.

En el Google Earth ya vi que era una bajada en tumba abierta hasta Ger pero no me imaginé que fuera tan bestia. Se bajaba recto un buen trozo por una pista de piedras y arenosa en las que pasé de los 60km/h.

En ella encontramos varias paellas casi imposibles, un desnivel pronunciado, un cortado y un suelo que no ayudaba a traccionar. Impresionante como disfruté en esta zona. La parte final otra vez muy recta y rápida…

Al final un par de chicanes impresionantes y entramos en el pueblo de Ger. Callejeamos y salimos a la carretera. En lugar de volver por ella quise evitar un trozo y nos metimos por la pista que va cerca del río Segre.

Años atrás había una cimentera abierta, por la cual podíamos seguir la pista e ir mucho más cerca del Segre pero ahora estaba vallada, así que por la pista esta (muy bonita) llegamos a la carretera e hicimos los últimos metros a plato por ella.

Estaba lloviendo un poco pero ya daba igual, el reto lo habíamos conseguido. Eso sí, esta vez sin pico que escalar a pata ni bolsa con cámara réflex detrás.

Entre el pinchazo y la subida eterna (en total casi 27km subiendo sin parar) llegamos a la misma hora que la semana anterior, con lo que decidimos hacer la misma jugada, ducharnos rápido e irnos al Talló al hostal de Cal Rei de Talló a ver si nos daban de comida.

Curiosamente se acordaban de nosotros y sí, volvieron a abrirnos la cocina y volvimos a comer de rechupete. Así da gusto…

El resultado? Pues 50km con 1650m (y 6 litros de agua). Puede parecer mucho o poco, no lo sé, lo que sí sé es que la ruta es muy dura, quizá si se hace con menos calor puede ser más llevadera pero aun así la altura se nota y el subir durante 27km sin ningún descanso también.

Para mi, una ruta “difícil” pero que recompensa por todo, no todos los días uno tiene el placer de disfrutar de la Cerdanya de este modo.


No quería acabar el post sin envíar un abrazo a Ger (y toda la zona) y un saludo efusivo a todos los que trabajaron la semana pasada para extinguir el incendio que se hizo en la zona que bajamos hasta Ger, un lamentable suceso. 


 Video disponible en HD en YouTube

Si queréis descargaros el track pinchad en este enlace

miércoles, 1 de agosto de 2012

BTT: De Bellver de Cerdanya al pico del Moixeró

¡Buenas a tod@s!,

Mis vacaciones ya han terminado, y es cuando puedo volver a ponerme delante de un ordenador y ponerme a trabajar en mis crónicas. Aunque estas dos últimas aventuras en la Cerdanya me van a traer una buena faena. Crónica, edición de fotos, edición de vídeo, montaje… mucha faena que intentaré ir haciendo poco a poco.

La idea de subirme a la Cerdanya para hacer una ruta la tuve el año pasado un poco antes de verano, pero la situación de embarazo de mi mujer hizo que me pensara dos veces el irme de casa a hacer el “chorra por la montaña” hehe.

En un principio la ruta era la de subir al Coll de Pendís, donde ya había subido en invierno andando para hacer fotos. Mirando la ruta por Google Earth que hice por aquél entonces vi que justo un poco antes del Coll de Pendís, había un pequeño cruce que se desviaba y que llevaba, unos kilómetros más arriba, a una pista que terminaba en medio de un prado.

Estuve buscando algo que subir, un cerro, un pico… lo que fuera, y al final encontré, relativamente cerca de donde terminaba la pista, el pico del Moixeró, situado a 2091 metros de altitud.
Bien, la meta ya la tenía decidida, ahora solo faltaba el día.

Después de buscar hueco en nuestras difíciles agendas (niños, trabajo, familia…) encontramos que el jueves 19 era buena fecha.

Nos reunimos en Premià 4 maromos y 2 coches. Mientras subíamos un fallo grave de un portabicis hacía eliminar a dos de nuestros amigos de la ruta, tuvieron que volver para casa y abortar la misión.
Enric y un servidor decidimos tirar para arriba y hacer la ruta.

Así fue cuando llegamos a las 9am al càmping de Bellver (tenemos una pequeña roulotte) con una temperatura de 16º, que sería casi un espejismo.

Como no suelo hacer muchas rutas fuera de mi zona, y menos aun rutas donde haya que conquistar una cima, me llevé (y no perdoné) mi cámara réflex, con su gran angular, su medio y su teleobjetivo… también un pequeño GorillaPod (pequeño trípode) y la Lowepro, o lo que es lo mismo, una mochila para cámaras que no es que ayude mucho a transpirar… Pero no importaba, sabía que arriba la disfrutaría.

Mi arsenal fotográfico para la ocasión
Enric antes de empezar la ruta
Un servidor
Salimos del camping en dirección Bor, Pedra y Riu de Cerdanya (también existe All y Pi, me encantan estos nombres tan sencillos). Todo asfalto para cruzar estos tres pequeñísimos pueblos. Subida suave con algún que otro repecho para calentar traicionero.

Alguno de los repechos durillos antes de empezar la pista
Enric y yo íbamos subiendo sin prisa ya que se trataba de disfrutar al máximo la aventura, parar cuanto quisiéramos y fulminar las tarjetas a fotos.

Riu detrás

Justo pasar Riu ya hay una pequeña curva de 180º donde empieza la pista.

Punto donde empieza la pista forestal
Bor esta situado a 1100 metros, con lo que hasta los 2091 tendríamos un buen arsenal de metros que ir subiendo.

La pista empezó muy fuerte, más de 4km al 9% de media fueron un interesante plato con el que empezar la ascensión.

El calor empezaba a apretar, la pista a endurecerse con mucha piedra suelta y el culo a quejarse de que llevaba más de 8kg de más en la espalda (una salvajada que acabaría pagando).
Pequeño refugi en la parte superior. La pista inferior era preciosa.
Ya que llevaba la reflex con el teleobjetivo me regalé haciendo fotos a Enric

Después de los primeros kilómetros la pista se calmó un poco y hasta hubo un pequeño tramo con ligera bajada. Pasado este descanso llegamos al primer refugio, el Serrat de les Esposes. Un lugar idílico en el que pasar noche para hacer una gran variedad de rutas de senderismo.
Nosotros paramos, nos echamos fotos y aproveché para rellenar agua. Subida a la burra y a seguir pedaleando.

Los dos valientes en el refu del Serrat



Los siguientes kilómetros ya fueron algo más relajados y pudimos buscar una cadencia cómoda con la que ir subiendo. Eso sí, el sol pegaba muy fuerte aunque la temperatura no era muy elevada.

Un servidor llegando a una zona de relax
Justo en la curva del refugi

Zona llana de descanso con vistas increíbles


Chino chano llegamos a una zona donde había un pequeño desvío para acercarse hasta el mirador del Cap del Ras. Es un pequeño camino que te lleva hasta el mirador, tiene un kilómetro de largo y han hecho un caminito de un metro de ancho para minusválidos. Fuimos por el caminito hasta el mirador y nos quedamos un buen rato ahí.

Caminito asfaltado para minusválidos


Unas vistas salvajes desde un precioso balcón desde donde se veía hasta las montañas de la Vall d’Aran. Impresionante. 100% recomendable el desviarse y perder un rato para ver este espectáculo.

Un cartel ayuda a situar todos los puntos importantes de esta zona

Fotillo para dejar constancia

Mi nena descansando

Enric mostrando el espectacular paisaje

La pista que se ve en el centro en la parte inferior es la que haríamos bajando después, desde Font de l'Ingla

Volvimos por el camino hasta la pista y volvimos a buscar el tono en las piernas, que se habían quedado un poco tiesas con el parón.

No quedaba mucho hasta el cruce por lo que llegamos en poco rato. Las fuerzas iban muy bien, y es que la pista era muy agradable.

Al llegar al cruce nos encontramos con tres posibilidades. Una seguir a derecha hacia el refugio de Cortals, otra la de cruzar la valla y encontrarse con dos posibilidades, una, la del Coll de Pendís y la otra la que nos tocaba. Si queréis acortar un poco podéis ir al Coll de Pendís, pero visto el Moixeró os recomiendo que subáis y sufráis un poco porque vale la pena.

Tomamos la pista hacia la nada y ya vimos que la pista se había estrechado, ahora habían más piedras y el terreno era más duro. También las subidas se endurecieron.

Un servidor y una vaca

Mientras íbamos subiendo nos cruzamos con varios franceses que hacían senderismo. Yo iba recordando mis voladas a vista de pájaro por el Google Earth para discernir cuánto quedaba, pese a que llevaba GPS me fie mucho de la vista (cosa que nos traería un poco más de esfuerzo de la cuenta).

Sin comerlo ni beberlo, la temperatura se había endurecido y las rampas también. Un par de rampas impracticables en BTT nos hicieron poner pie a tierra y tomarnos con calma el camino.

En la subida nos encontramos con una pobre vaca muerta (que tenía alrededor 8 trillones de moscas, el ruido era brutal) y luego varias vacas a las que saludamos. Finalmente, después de estas vacas llegamos a lo que yo pensaba que ya era la subida final al Moixeró.

Google Earth me engañó otra vez y fue cuando decidí salirme de la pista para acortar un poco. Mal.
Subimos un repecho con mucha pendiente (calculo que un 18/20) a pata (ya que no había pista y todo era hierba muy esponjosa) para llegar a un balcón desde donde vimos la “verdadera verdad”. Nos quedaba un “guevo y medio” para llegar al Moixeró.

Enric subiendo a pata una fortísima pendiente

Zona que podíamos haber evitado siguiendo la pista

El Moixeró estaba ahí arriba y sí, nos habíamos equivocado recortando porque hicimos un paseo por el prado para volver a conectar con la pista que nos restó unas importantes fuerzas.

Hasta las vacas se puede hacer por un sendero superior donde no hay que subir y bajar. Del depósito al cim hay 130m de desnivel.

El sendero bueno es el que esta donde las vacas, el que hicimos era equivocado.

Pero bueno, al menos ahora veíamos el pico que teníamos que conquistar. Aunque lejos y muy alto, tomamos aire y emprendimos el camino de bajada para conectar con la pista.

La pista se acabó y ahí empezamos a andar (otra vez la hierba esponjosa y la ausencia de camino o sendero era la tónica) mirando de rodear un poco para buscar reventar menos las piernas.

Pasamos por al lado de unas vacas y un poco más adelante propuse a Enric sentarnos en la sombra de un árbol, recargar energías y descansar un poco para hacer los últimos 100 metros de desnivel en escasos 200 metros a pata.

Descansando a la sombra y comiendo algo

Hay muchos senderos para andar

Un servidor cámara en mano haciendo la foto superior

Una vez con más energías y después de haber disfrutado de un paisaje impresionante, en medio de este precioso valle, retomamos ya el ataque final a la cumbre. A pata empecé a andar en diagonal para encarar con calma el Moixeró pero era inútil, la subida era demasiado empinada, así que empecé a andar con pasos muy cortos y descansando cada poco.

La respiración cada vez se hacía más dura y los 8kg de la espalda y los de la bici empezaban a hacer mucha mella.

Un servidor a lo lejos subiendo hacia el Moixeró
Finalmente empezamos a rodear la cumbre (llena de piedras y con un montículo final considerable) y nos encontramos con una pequeña pared de piedras.

Acercándonos a la pared de piedras

Bici al hombro y a sortear la pequeña subida. Tardamos un pelín más y por fin, después de tanto esfuerzo, llegamos a la cumbre del Moixeró.

Enric celebrando la ascensión

Qué os voy a contar del paisaje… Pues que es impresionante, realmente te da la sensación de haber alcanzado una buena cima. Es muy pequeña y recogida y desde ella se ve el Comabona, en segundo plano el Pedraforca y luego Bagá, Guardiola y hasta el pantano… De hecho se ve hasta Montserrat… algo increíble.

Moixeró conseguido. Al fondo Enric y detrás de él, en el centro, el Pedraforca, a la derecha el Comabona

Foto conmemorativa hehe

Foto de les penyes altes del Moixeró

"Esto es lo que hemos conseguido"

Fotos así, fotos asá, fotos con el cartel de madera del Moixeró (a saber las inclemencias que habrá aguantado ese pequeño trozo de madera) y luego sentarnos a disfrutar un poco del logro.
Este último tramo no es de BTT, pero es algo que a veces hay que hacer para llegar a hacer algo grande.

Saqué la cámara y estuve echando las fotos que quise. La temperatura era muy agradable y soplaba una ligerísima brisa que nos hizo estar cuanto quisimos disfrutando del logro.

Foto desde el Moixeró, el verde es el sendero que os comentaba antes, el bueno. El rojo es el que hicimos.
Después de regocijarnos con nuestro éxito empezamos la bajada. La primera parte consistía, obviamente, en descender del Moixeró hasta la zona de las vacas, más de 140m de desnivel en escasos 300m y claro, sin pista. De hecho mientras bajaba con el culo casi rozando la rueda trasera pensaba que jamás antes había ido en BTT por un sitio que no hubiese una pista, sendero o trialera… fue una sensación curiosa.

Llegamos a la zona de las vacas y vimos el sendero que teníamos que haber cogido para no hacer esfuerzo en vano. Volvimos por él y llegamos a una pequeña colina. Recomiendo que si la queréis hacer veáis el camino de vuelta al Moixeró, ese es el que teníamos que haber hecho al principio.

Ahora tocaba volver al cruce. La primera parte de esta bajada fue espeluznante, si soltabas el freno cogías una velocidad endiablada pero es que había que ir con sumo cuidado en algunas zonas porque había mucha piedra grande y suelta.

Llegamos al cruce y yo me notaba ya en reserva. Realmente la subida final al Moixeró es muy dura y pagamos el esfuerzo de la ascensión final.

La bajada desde el cruce hasta la Font de l’Ingla (que pasa por el refugi de Cortals) fue preciosa. Una de las mejores bajadas por pista que recuerde. Muy larga, con muchos badenes naturales para saltar (formados por riachuelos que cruzan) y paellas para aburrir.

De hecho con tanta paella (giro de 180º con curva muy cerrada) pudimos mejorar curva tras curva ya que había que ir haciendo distribuciones de peso para no perder tracción en la trasera. Como os digo, fue muy divertida. Solo tuve una pequeña pasada de frenada al principio que se ve en el vídeo que corregí con una sacada de pata + derrape.

Llegamos a la Font de l’Ingla, donde mi padre nos llevaba a los niños del camping de ruta en BTT y que yo recordaba como una ruta durísima… hehe, como pasa el tiempo. Ahora, desde la Font al camping quedaban tan solo 10km.

Después de 10km de pista forestal llegamos a la Font

Esa Font!!!

Me encantó pararme y hacer la bajada, recordé muchas cosas y muchas anécdotas de las muchas ascensiones que hicimos a la fuente hace ya más de 18 años (¡ya puedo contar historietas de viejo cebolleta a mi hijo!).

Llegamos a la altura del Talló (pueblo “trasero” de Bellver) y vimos un pequeño Hostal con restaurante… y es que eran casi las tres de la tarde y dudábamos de que nos cogieran así que paramos y preguntamos. El hostal era Cal Rei de Talló y nos dijeron que nos mantenían la cocina abierta para nosotros.

Así que a fundir la reserva de camino hacia el cámping, ducharse rápido e ir corriendo al Hostal para no hacerles esperar.

Comimos a gusto (yo una ensalada de tomate brutal y unos librillos impresionantes) y luego fuimos otra vez para el camping, para coger las bicis y emprender el viaje de vuelta, no sin pagar, los 12,25 euros del Cadí (otra vez) y los 4 del peaje de antes de Vacarisses (que son 7 si es finde…).

Nos quedó un regusto muy positivo de la ruta. Y hablo por mi, porque desconocía gran parte de la ruta, que la tracé a ojo en el Google Earth y resultó ser muy bonita.

Sí que es cierto que la ascensión a la cima fue muy dura pero se recompensó con creces con las vistas que disfrutamos. La bajada también fue muy bonita, a pesar de ser pista, disfrutamos como cochinos.
La ruta son 43km con 1350m de desnivel acumulado, de los cuales los últimos 150m son a pata en un espacio muy corto.
Foto finish






Fue un grandísimo día de BTT que nunca olvidaré...



Y cómo no... el vídeo no puede faltar. He intentado editarlo para que no sea muy aburrido. Espero que os guste.