Sensaciones:
La primera toma de contacto ha sido positiva. He escogido una
ruta de 30km que ha tenido todos los ingredientes
para probar a fondo la experiencia 29. Asfalto, subidas largas de pista forestal, senderos, un par de trialeras técnicas pero rápidas, subidas por senderos complicados, bajada por pista forestal... En fin, un poco de todo para probar qué tal en todas las situaciones donde la meteré.
El inicio por
asfalto con una subida de unos 3 km ha sido la primera toma de contacto y he notado que
cuesta más mover la bici a bajas velocidades y que, tal y como leo en foros y demás, hay que buscar una cadencia e intentar mantenerla. En este aspecto
me recuerda mucho
al ciclismo de carretera.
He parado un par de veces a ajustar el desviador para que bajara al plato pequeño. Me la dieron sin ajustar demasiado en la tienda, un poco mal, la verdad.
Después del asfalto viene una subida de un 25% aproximadamente de apenas 30m por pista forestal un poco rota. Como digo, se nota que cuesta mover las ruedas a bajas velocidades, hay que hacer más fuerza. Rueda más grande = más par. A pesar de eso me he mantenido en el sillín para que hiciera tracción y no ha patinado nada (es una subida con mucha arenilla suelta con suelo duro).
Un par de kilómetros de pista forestal estrechilla con sube bajas bastante progresivos y cortos han servido para ver que la manera de llevar estos cacharros cambia sustancialmente con una 26.
Primera trialera (Alella Parc) con una zona un pelín complicada de escasos 40m. Los baches siguen estando ahí pero ahora son menos complicados.
El manillar ayuda mucho a sentir una estabilidad grande en la bici.
Subida por pista algo relajada. Cuando se puede poner una velocidad de unos 15 km/h aprox se nota que ya va lanzada y es la cuestión es intentar mantener esas velocidades. No es complicado.
Subida por trialera técnica muy dura, unos 60 metros con algun sitio complicado donde la bici cae a la zanja y tiene que volver a subir lo perdido. Pese a que
se nota que se necesita más pata que la 26 para moverla, la estabilidad que da la 29 es mejor, digamos que el manillar y el equilibrio no se pierden tanto y se puede uno concentrar en zancar.
La trialera de bajada era bastante rápida y he notado una horquilla muy sorprendente. Ahora entiendo porque se ven tantas 29er con horquilla sin suspensión. Las ruedas de 29 y una horquilla que flexe un pelín deben ser ideales. Aun así no he querido exprimir mucho ya que quería rodar los frenos tranquilamente.
Subida por pista con una buena pendiente y sorprendiéndome de llevar
toda la traca puesta (36 detrás). Digamos que la sensación es que vas más lento que con la 26 pero los tiempos que he ido cronometrando me han demostrado que estaban a la par. Al llevar más traca da la sensación de que vas más parado pero en cada pedalada movemos más metros.
Subida por pista más relajada y de unos 2km.
A la que se pilla cadencia se sube muy bien y el hecho de que sea un cuadro rígido ayuda a tener sensación de aprovechamiento de la fuerza.
Bajada por pista forestal a unos 40/50. Los frenos ya frenaban mejor pero no quería aun exprimirlos, casi no hacía falta ya que
se pueden trazar las curvas con algo más de seguridad debido a la estabilidad de una rueda más grande y de una batalla entre ejes más larga.
Entrada a
trialera de bajada. Tiene algunos tramos complicados pero se puede bajar a buen ritmo si se conoce el trazado. Una de las sorpresas del día... La rueda más grande ayuda a tener más confianza en tramos técnicos,
la suspensión, pese a que solo es de 80mm, traga de manera dulce y no se pierde tracción delante. La geometría es comodísima para bajar y, como decía, el manillar ancho es una ayuda extra a sumar estabilidad a todo el conjunto.
Una vez terminada me he quedado con
la sensación de que
he sido capaz de bajar con más "flow", más fluidez y casi sin apenar tener que clavar frenos. Los desniveles que había que salvar (en algunos casos 20/30cm) eran más fáciles de pasar y la sensación ha sido de que he bajado con
más confianza que con mi doble de 26...
Subida por pista relajada y bajada por un nuevo camino que quería descubrir. Sendero con toboganes y muy rápido, precioso, y otra vez la seguridad que ha dado una bici grande con ruedas grandes ha sido muy buena. En la parte inferior había un sendero con arena casi de playa y ha mantenido mucho mejor la trazada que con la 26 en situaciones similares.
En definitiva,
la primera prueba ha resultado ser satisfactoria. Subiendo por cuestas fuertes y por cuestas largas y tendidas
se necesita más fuerza y más ritmo respectivamente. No lo voy a negar. Pese a que parece un punto negativo, me ha gustado ya que me recuerda a la forma de subir con la flaca,
seguro que uno se pone más fuerte con la 29. En bajadas, pese a llevar 80mm (que para 29 seguramente son suficientes) y un cuadro rígido la sensación es que todo estaba mucho más bajo control.
Sigo teniendo mi doble de 26 y la seguiré utilizando, cada una es para lo que es, pero esta claro que una 29 ofrece más estabilidad en todos los trazados.
La 26 es mucho más agil en subidas fuertes y rotas y en bajadas rápidas, amén de que tiene más comodidad gracias al amortiguador.
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Foto con 1200km |
La bici
Pese a ser una
gama media/baja la bici goza de un
buen carácter para rally. No voy a decir que es una bici que uno debería llevarse a una carrera pro pero es
suficiente para disfrutar de un ciclismo amateur.
¿Sorpresas?, pues sí, principalmente
la RST Deuce de 80mm. Sorpresa porque tengo experiencia con Reba's y la SID Race de mi doble de 100mm y el tacto es similar. La RST es una horquilla de aire, con bloqueo y ajuste de rebote, con botellas de 32mm de aluminio y con puente de magnesio. Con estas características y con un cuello de 1,5" hay que decir que
absorbe de coña. Quería pagar un sobreprecio e instalar una Recon pero ya me dijeron en la tienda que eran de una gama similar. Con el tiempo y preguntando y hablando con varios tenderos me han comentado que en estos precios y niveles RST o Suntour dejan en evidencia a Recon o Tora's y lo cierto es que creo que es así, es una señora horquilla.
Otra cosa que me ha sorprendido han sido
los frenos, los Shimanos hidráulicos M445 que son los más básicos que hay.
Frenan muy bien y tienen un tacto muy bueno. Quiero hacerle un pelín más de rodaje y putearlos un poco para ver hasta dónde llegan, pero seguramente sean más que suficientes para conjuntar la bici.
El
cuadro lo he notado ágil, me ha sorprendido también lo que comenta Cannondale acerca del sistema SAVE, que presumen de que hay una flexión en los tirantes y vainas para ofrecer, lo que ellos llaman, una microamortiguación. Es cierto, en las rígidas que he tenido no se notaba esa absorción pequeña en pistas forestales donde se rueda rápido.
De
los componentes de transmisión no me ha sorprendido nada, quizá porque no debe hacerlo... ya tenía experiencia larga con transmisiones básicas tipo Alivio o Deore y la verdad es que
funcionan perfectamente y precisos. Que con el tiempo se desajusten, ya lo veremos, pero funcionan de 10.
Quizá lo que sería
mejorable es el
acabado del cuadro. Las soldaduras pulidas made in Cannondale, en este caso, las veo un poco rudas y creo que las podrían haber dejado tal cual. La pintura tiene un acabado medio y podría haber sido también, algo mejor, en todo caso no parece que vaya a desgastarse ni nada, pero
algunas imprimaciones podrían haber sido algo mejores. Un detalle, para mí, bueno del cuadro es que trae agujeros para colocar portabultos o sillitas.
Bici negra = bici súcia. Ha acabado de color marrón claro de tanto polvo jeje.
Las opiniones que os he descrito son totalmente subjetivas y basadas en las sensaciones de mi primera experiencia con la 29. Que nadie las tome como referencia segura al 100%. He querido plasmarlas ya que, muchas veces, las primeras sensaciones son las más auténticas. A medida que vaya haciéndole kilómetros iré colgando más información tanto de comportamiento como de componentes y de cómo aguantan el uso.
Actualización a 18 de abril 2011
Después de algo más de
200km en seis salidas ya tengo más cosas claras respecto a las 29er.
La sensación de que cuesta más subir con la 29 ya ha desaparecido. Una vez el cuerpo se acostumbra a la nueva montura lo único que queda es que subiendo
la 29 me resulta más rápida.
En subidas tendidas y largas una vez se pone un ritmo alto, mantenerlo es bastante más fácil que con la de 26. Se rueda mejor a altas velocidades y solo hay que concienciarse de que hay que arrearle más para que cueste menos. Curioso.
En subidas muy duras una 26 me sigue resultando más potente ya que aun llevando el 22-36 (molinillo) con la 29 hay zonas que resultan más duras que con la 26. Aun así, la ventaja que ofrece y que ya comenté es que yendo más lento, la bici es más estable. Por contra, la 26 ofrece más agilidad si hay que recurrir a técnicas trialsineras tipo levantar la rueda y colocarla donde se quiere en subidas muy complicadas y con mucha piedra.
Si la subida es con pendiente pero en sendero y con raíces y piedras la manera de subir se parece mucho a la 26 doble. Pese a que se bota más que con un amortiguador en el culo, los baches, como ya dije, son más pequeños y
no pierde tracción tan rápido como la 26 rígida (recuerdo que le metí 3000km a una Rockrider 8.2).
En bajadas, la torpeza de la que se habla, en mi caso se ha convertido en
consistencia y solidez. Manillar de 70 cm (esssagerao), y ruedas de 29 son la clave para aguantar rutas con trialeras técnicas. La rueda trasera resulta menos rebotona y pierde menos tracción (salta menos) y la agilidad que se supone que iba a perder no la he notado por ningún lado.
En estas mismas bajadas donde uno se puede encontrar varios saltos la gemoetría 29er de la Cannondale se vuelve agil y divertida para levantar la rueda delantera y más tarde estirarse para completar la maniobra del salto.
El aterrizaje se vuelve más estable.
Lo que más me "molesta" en el término cariñoso de la palabra, es que me veo mejor y más seguro bajando con una triste rígida de 29 con horquilla de 80mm que con mi doble de recorrido generoso de 26... Todo esto hace que me plantee muchas cosas acerca de la necesidad de materiales en BTT. Sin ánimo de ser tajante, me dá la sensación de que con una bici como esta se tiene más que de sobras para hacer BTT de una manera plácida y segura.
También me surge la duda de si una 29 doble debe ser el arma definitiva para el BTT amateur. De todos modos, yo siempre he sido defensor acérrimo de las rígidas. Tuve la 8.2, como ya he comentado, y pasé al cuadro 9.3 y me gusta la sensación pero encuentro casi indispensable tener una rígida para vivir más el BTT. Estoy muy hecho a ellas y la sencillez que les veo me da confianza y seguridad.
Sobre la bici en si, tengo que decir que, como ya dije en su momento, la
RST Deuce me tiene bastante sorprendido. Pese a que cuando vuelve a su estado inicial hace un sonido curioso, el funcionamiento es muy esponjoso y muy progresivo.
El manillar es anchísimo. Son 70cm comparados con los 64 de la doble (que ya me parecían muchos) pero en bajadas ofrece una estabilidad grande. Yo que soy alto me va muy bien. En subidas por pista y de complicación nula no va tan bien y me apoyo en un poco más en el centro para buscar aerodinámica, me resulta más cómodo.
Toda la transmisión se muestra sólida en conjunto y los cambios se producen de manera rápida sin que cueste apenas pulsar.
Otra sorpresa agradable de la que me he ido dando cuenta a medida que rodaba, es de las
Kenda SmallBlock. El taqueado parece demasiado pequeño pero por contra tiene tacos que van redondeando muy bien la cubierta y eso añade un plus de agarre lateral en zonas muy irregulares. Son rodadoras pero enganchan muy bien en sitios complicados.
Las llantas Maddux 3.0 examinándolas detenidamente presentan un acabado bueno. Parecen tener una rigidez contundente pero imagino que deben penalizar una vez en la báscula. Ya haré pruebas de peso más adelante.
La sencillez de toda la bici en sí la hace muy fiable para llevárte la a rutas interminables y con todo tipo de desafíos. Veremos qué tal aguanta el paso de los kilómetros pero tiene la pinta de que va a dar buen resultado.
Actualización a 28 de abril de 2011
Después de 10 salidas y de
300km con la 29er he vuelto a coger la 26 en un par de ocasiones.
No me han acabado de gustar las sensaciones de volver a la 26... Uno se acostumbra muy rápidamente a la rueda de 29 y ya solo se el encuentran ventajas. Digamos que el rodar, la estabilidad y la seguridad que da engancha y cuesta mucho volver atrás.
Varias trialeras han ayudado a la sensación que ya tenia,
estoy bajando más cómodo y seguro con la 29 que con la doble de 26. Ahora comprendo aquello que comentan, que quien prueba una 29 ya no vuelve atrás. Veremos con el paso del tiempo que alternancia les voy dando.
Hoy he ido a recogerla donde la compré ya que entra una revisión gratuita a las 20h aprox. Han reparado un par de cosas que tenía. El cambio no acababa de ir fino, parecía ser la patilla del cambio que ya la han rectificado. Otro defecto que vino de serie era que uno de los tornillos del portabidones del tubo diagonal estaba "pasado" y lo han sacado y han reparado el remache.
Actualización a 17 de junio de 2011
La bici cuenta con
700km. Debido a un golpe fuerte en el cambio (se cayó la bici por una ladera) he tenido que cambiar el
cambio Shimano
Deore. Ahora lleva un
Deore XT.
El
desviador he aprovechado y lo he cambiado por un
Deore LX en vez del Alivio.
La rueda trasera tenía cierto juego en el eje. Se han apretado los tornillos del eje y vuelve a funcionar con normalidad.
Los demás componentes siguen en buen estado. Las pastillas traseras se han sustituido por unas nuevas. En estos 700km se han acabado.
Actualización a 27 de agosto de 2011
La bici cuenta con 1200km. El único cambio que he tenido que hacer es sustituir la cubierta trasera que se rajó debido a un suelo en muy mal estado. Ahora llevo una Specialized The Captain 29x2.00 que me costó 17 euros y que da un agarre superior a la Kenda. En principio la The Captain debería ir delante para más agarre pero prefiero esperar a cambiarla por una nueva más adelante.
Finalmente he conseguido diferenciar bastante mis dos bicis, la de 29 muy rígida y con tan solo 8cm de recorrido y la doble con 15 y 12. Depende de la salida cojo una u otra pero si me tuviera que quedar con una me quedaría con la 29. Creo que ya lo comenté, pero la sensación es que en ella me siento muy fuerte... Es solo una sensación pero es así.
Actualización a 21 de febrero de 2012
La bici ha cumplido 2000km, o lo que es lo mismo, 161h encima de ella. Como la comparto con otra BTT los km se van sumando poco a poco (o más bien cuando se puede). Sigue sin dar problemas graves.
Esta semana la tengo centrando la rueda delantera ya que sufrió un poco en un salto con una recepción con un golpe. A pesar de esto no ha tenido ninguna otra incidencia.
He probado de ponerle un manillar plano con acoples pero finalmente he vuelto a un manillar de doble altura. He pasado de 68cm a 64cm de anchura. El plano era de 58, y si bien no iba mal, para mi anchura de espalda necesitaba algo más ancho.
Como he dicho en muchas ocasiones ya, la horquilla RST sigue teniéndome sorprendido para bien. No ha perdido ni un ápice de presión desde que las rellené a mi gusto el primer día y funcionan con una suavidad fuera de toda duda.
Actualización a 5 de mayo de 2012
La bici lleva más de 2600 km y sigue funcionando bien, aunque hace un par de semanas que ha sufrido algunos cambios.
He cambiado las llantas de serie, las Maddux de la tabla que aparece el principio por unas Mavic TN719 con bujes Deore. Si bien el peso a augmentado 80 gramos (las Maddux no estaban mal en tema peso), sí que ha mejorado mucho la rigidez, no es que las Maddux fueran malas pero se notaban más chicletosas que las contundentes Mavic, que no destacan por un peso ligero pero sí que por calidad de fabricación y robustez.
Después de estos 2600 km ha sido hora de cambiar cables y fundas. El cambio trasero XT que ya había cambiado (no era el de serie) se estropeó hacía 1500 km y no cambiaba muy bien, aun así lo aguanté hasta que, económicamente, tuve la opción de mejorar y poner uno nuevo. El elegido es el SLX de 2012, que cambia a las mil maravillas.
Después del cambio de cables, fundas y cambio trasero la sedosidad en los cambios es percetible. A destacar la mejora en suavidad de toda la transmisión después de empezar a utilizar el Squirt Lube (no vuelvo a aceites jamás).
Finalmente, el manillar que he dejado ha sido un Ritchey Comp de 58 cm al que le he puesto acoples. Para corregir un poco la altura he añadido dos arandelas Nukeproof de 3mm (en total 6mm de subida). La posición es algo más racing pero es comodísima para subir. Bajando el manillar estrecho ayuda a "callejear" por trialeras y evitar enganches de los acoples. Con 58cm es suficiente para 29er.
Otra de las combinaciones buenas que he encontrado ha sido la de colocar delante una Captain Sport 2.0 que cuesta unos 19 euros. La llevo a 1,8 de presión y responde de maravilla. Detrás llevo la Kenda Smallblock 2.1 que combina perfectamente con la intención de esta bici y con el neumático delantero. Cuando se gaste tocará la misma, tanto delante como detrás.
He hecho ya la Monegros 2012 y puedo decir que es una excelente máquina con la que compartir rutas. Las Mavic TN719 con bujes Deore le han aportado un grado más en calidad de rodadura y la posición ayuda a meterle kilometradas. No puedo estar más contento con el resultado que esta dando, y todo esto por 899 euros que costó.
Actualización a 1 de junio de 2012
Tan solo queda el cuadro y el sillín (que esta dando un resultado increíble). Los demás componentes o se han mejorado o se han substituido por los mismos originales.
La bici cuenta con 8400 km y este es su aspecto actualmente.
El cuadro, esperemos que aguante mucho tiempo más. Voy muy a gusto con esta geometría y tan solo tengo buenas palabras para este diseño de Cannondale.