martes, 27 de abril de 2010

Mis primeros relevos

La flaca de noche lista y preparada para salir a la mañana siguiente.

¡Hola a todos!

Ayer salí a hacer una ruta corta para estirar las piernas, y es que vengo acarreando una sobrecarga muscular en el cuadriceps izquierdo que me tiene un poco mosqueado.

La intención era ir hasta Arenys de Mar y allí dar la vuelta. En total unos 60km de llano y con la posibilidad de encontrarme viento de vuelta.

Salí de Montgat y casi al llegar a la rotonda de Alella me paré y empecé los estiramientos, los cuales, a partir de ahora, tendré que hacer mucho más a menudo y mucho más tiempo.

Allí me pasaron una pareja formada por un hombre de unos 50 años y una chica de unos 38 o así. En poco tiempo los alcancé y fuimos juntos desde Masnou hasta Mataró. Llevaban un ritmo bastante tranquilo y al pasarlos se pusieron detrás mio.

Al cabo de un minuto escaso me pasaron sin decir absolutamente nada (los había saludado una vez calentaba) y pensé que se habrían picado.

Seguí a la estela de la pareja hasta que pensé en tomar el relevo y cubrirles un rato el viento. Recuerdo que es la primera vez que doy relevos. Así fue como los llevé hasta el Carrefour de Mataró donde se desviaron.

Yo continué mi camino hacia Arenys y una vez pasado Mataró se enganchó a mi estela un ciclista el cual no ví hasta que llevaba un rato y es que tenia su rueda delantera a la altura de mis bielas. El viento venia en diagonal e intentaba aprovechar al máximo.

Vaya, mi segunda experiencia y ya me "molestaban" de esa manera. Entendí que era normal y no le dí más importancia. A los 10 minutos el compañero, que obviamente me estaba haciendo presión psicológica, me pasó con un saludo y se puso a tirar y yo aproveché para meterme en su estela. Acostumbrado a salir entre semana y sin gente pues salir un domingo se vuelve muy diferente.

Después de unos 8 minutos a su estela quisé dar un relevo, bajé dos piñones y le metí zapatilla, me coloque delante suyo y mantuve la velocidad con la que me traia. Un par de relevos más y nos plantamos en Arenys donde yo me desvié. El compañero me despidió de buenas maneras. Perfecto!

En Arenys dudé un poco de si subir a la carretera de Mata para volver a Mataró y al final decidí por volver por la NII.

Después de un rato perdido por Arenys debido a unas obras volví a coger la nacional y puse dirección Montgat. Como es natural en nuestra comarca el viento casi siempre sopla hacia Girona con lo que solo meterme en dirección casa me encontré con todo el viento que soplaba con bastante fuerza.

Cual fue mi sorpresa que hasta Mataró no encontré a nadie a quien alcanzar o que me alcanzara para formar grupeta. En la misma Mataró un compañero entraba en la NII y me puse a trabajar para alcanzarlo.

Saliendo de Mataró lo pillé y al darse cuenta el hombre (calculo que unos 55 o más) empezó a echar mano de su experiencia y me sacó poco a poco unos 100m. Yo iba bastante justo de fuerzas y sobretodo de moral pero gracias a los lances del tráfico pude ir pillándolo.

En el semáforo de Vilassar lo alcancé y le hice el comentario de "cómo tiras!" lo que dio pie a una pequeña conversación de buen rollo y casi sin comentarlo decidimos tirar juntos (él iba a Badalona).

Salí pisando a fondo y colocándome delante suyo a unos 30km/h constantes. Al poco me pasó. Esta situación se repetiria un par de veces y ya casi llegando a la rotonda de Montgat me pasó por última vez. El hombre muy majo y encima con la mano me iba indicando si había algun peligro en la calzada para que vigilara.

Llegamos juntos a Montgat, nos despedimos y me fui para casa. Acabé bastante mellado y fue por el alto ritmo que me puse a la ida y la vuelta, eso sí, ya en casa estuve como 20 minutos de estiramientos que me fueron bastante bien, el cuadriceps de momento no tiene ninguna queja.

Lo que esta claro es que el ciclismo de carretera tiene unos alicientes de los que la montaña carece, y es que la competitividad, el buen rollo, la estrategia, la técnica y la experiencia son valores que estan a flor de piel en este deporte. Lo que iba a ser una salida pacífica y casi sin alicientes (todo recto y sin desnivel) pasó a ser un divertimento y un nuevo conocimiento de este deporte.

Larga vida al ciclismo.

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