Eolo: el Dios del mazo

¡Hola a tod@s!,

Hay días en que varios factores se unen para provocar un desenlace fatídico y donde la capacidad para sobreponerte a los problemas se ve mermada por falta de físico.

Pues bien, hoy ha sido un día de estos.

La salida la calculé mal, me salían unos 70km sin grandes subidas y finalmente no ha sido así.

He salido de Montgat, hemos hecho Can Bordoi y hemos ido a buscar Vallgorguina para subir el Collsacreu. Bajada bonita y luego por la carretera interior hacia Mataró.

En Mataró, parado en un semáforo, me he dado cuenta de que me temblaban las piernas y que tenía hambre... Mal asunto.

Una vez incorporados de lleno en la NII he visto que lo que me decía eltiempo.es (de momento la más fiable, sin lugar a dudas, de las webs que visito habitualmente sobre meteorología) era verdad. El viento soplaba dirección Girona a una velocidad impresionante y además soplaba de cara con una perfección increíble.

No me quedaba comida, tampoco le he preguntado a mi hermano si llevaba y me he tomado un gel que al fin y al cabo poco ha podido hacer si lo sólido que había comido con anterioridad ya se había esfumado.

En Premià me he despedido de mi hermano y ha venido el hombre del mazo a hacerme una visita concertada.

Iba con toda la traca puesta, plato pequeño, piñón grande e iba remando, o dando palazos más bien, a 13km/h. Quizá tenía que haber parado en Premià a aprovisionarme de comida pero como uno es tan cafre pues nada, he seguido pa'lante.

Mal hecho.

En Masnou me acordaba de días anteriores que lo cruzaba a velocidades de casi 40km/h y sin despeinarme, viento de cola y buenas sensaciones. Hoy nada de eso. Cada semáforo era una bendición, bebía algo de los bidones y lo más curioso es que no estaba cansado, sino que directamente no tenía fuerzas.

Veía como me venían ciclistas en contra con todo el viento de cola y pasaban como una moto, qué envidia me daban...

Echando mano de la paciencia he seguido a un ritmo algo más alto pero buscando una cadencia intermedia y finalmente he llegado a la microsubidita de la rotonda de Montgat. Nada, 30m con un desnivel casi nulo donde casi ni he podido subir. Monsieur Mazó al ataque!

La bajada por la otra cara de la rotonda sin dar pedales y encima perdiendo velocidad, maldito viento...

Llego a Montgat para encararlos 78m de desnivel positivo hacia mi casa, miro el cuentakm para ver los kilómetros que llevaba (siempre llevo el chrono en la vista principal) y veo, para mi asombro, que en lugar de los 70 que planeaba llevaba ya 93km... ya me cuadraba más la pájara.

Con la paciencia de un santo y he llegado con una pájara de nivel medio alto. La clasifico así porque aun podía dar pedaladas...

La cocacola que me he preparado mientras iba a ducharme me ha sentado de lujo, y la comida, que ya tenía preparada, lo mismo. Luego un rato de siesta y he podido recuperar algo.

Mala planificación, escasez de alimentos, otra vez el calor insufrible de estos últimos coletazos de verano, y el viento... el maldito viento arrebatador de velocidades, de medias y de ilusiones.